Exposición Fotográfica del 23 al 31 de octubre:
¡CÓMO NO CREER! El Señor de los Milagros, el patrimonio de la devoción popular

Presentación Audiovisual de la Muestra Fotográfica ¡»CÓMO NO CREER»!
Créditos: Sara Manjón de Garay
Véalo en el siguiente link:
http://www.youtube.com/watch?v=q1ATmPZp15s&feature=c4-overview&list=UUU8rernkvadjizVKyoJlEZA

¡CÓMO NO CREER EN DIOS!  “Señor de los Milagros, aquí venimos en procesión, tus fieles devotos, a implorar tu bendición. Faro que guía a nuestras almas, la Fe, Esperanza, la Caridad. Tu Amor Divino nos ilumine, nos haga dignos de tu bondad, con paso firme de buen Cristiano hagamos grande nuestro Perú, y, unidos todos como una fuerza, te suplicamos nos des tu luz…”
¡CÓMO NO CREER EN DIOS!
“Señor de los Milagros,
aquí venimos en procesión,
tus fieles devotos,
a implorar tu bendición.
Faro que guía
a nuestras almas,
la Fe, Esperanza, la Caridad.
Tu Amor Divino nos ilumine,
nos haga dignos de tu bondad,
con paso firme de buen Cristiano
hagamos grande nuestro Perú,
y, unidos todos como una fuerza,
te suplicamos nos des tu luz…”
YO TE LLEVO DESDE NIÑO MUY ADENTRO  “... te encontraba en el pájaro y en la flor, en la lluvia, en la tierra y el silencio, y en mis sueños cada noche estabas Tu. Desde entonces quiero darte siempre gracias, porque puedo darme cuenta de tu amor, beberé de Tu Cuerpo y de Tu Sangre, y por eso te daré mi corazón.” “Como no creer en Dios, si me ha dado los hijos y la vida Como no creer en Dios, si me ha dado a la Virgen María Como no creer en Dios, si lo siento en mi pecho a cada instante en la risa de un niño por la calle, en la tierna sonrisa de una madre”.
YO TE LLEVO DESDE NIÑO MUY ADENTRO
“… te encontraba en el pájaro y en la flor,
en la lluvia, en la tierra y el silencio, y en mis sueños cada noche estabas Tu.
Desde entonces quiero darte siempre gracias, porque puedo darme cuenta de tu amor,
beberé de Tu Cuerpo y de Tu Sangre, y por eso te daré mi corazón.”
“Como no creer en Dios,
si me ha dado los hijos y la vida
Como no creer en Dios,
si me ha dado a la Virgen María
Como no creer en Dios,
si lo siento en mi pecho a cada instante
en la risa de un niño por la calle,
en la tierna sonrisa de una madre”.
TE HE ENCONTRADO EN EL PÁJARO Y LA FLOR “Cristo Morado, a ti venimos en procesión, porque sólo tú tienes palabras de vida eterna, eres el único salvador del mundo ayer, hoy y lo serás siempre...” Oración del Obispo Auxiliar de Lima, durante el homenaje del Arzobispado a la venerada imagen del Señor de los Milagros. "Por la sed que tuvisteis de redimirnos; por vuestra pasión, por esa llaga que la lanza abrió a vuestro costado, y que en esta tu imagen venerada renovaron nuestros pecados, perdonadnos y salvadnos..."
TE HE ENCONTRADO EN EL PÁJARO Y LA FLOR
“Cristo Morado, a ti venimos en procesión, porque sólo tú tienes palabras de vida eterna, eres el único salvador del mundo ayer, hoy y lo serás siempre…”
Oración del Obispo Auxiliar de Lima, durante el homenaje del Arzobispado a la venerada imagen del Señor de los Milagros.
«Por la sed que tuvisteis de redimirnos;
por vuestra pasión,
por esa llaga que la lanza abrió a vuestro costado,
y que en esta tu imagen venerada
renovaron nuestros pecados,
perdonadnos y salvadnos…»
EN LA LLUVIA, EN LA TIERRA Y EL SILENCIO ¡Cuántas veces, Señor, me habéis llamado, y cuántas con vergüenza he respondido, desnudo como Adán, aunque vestido de las hojas del árbol del pecado! Seguí mil veces vuestro pie sagrado, fácil de asir, en una cruz asido, y atrás volví otras tantas, atrevido, al mismo precio que me habéis comprado Besos de paz Os di para ofenderos, pero si, fugitivos de su dueño, hierran, cuando los hallan, los esclavos, hoy me vuelvo con lágrimas a veros: clavadme vos a vos en vuestro leño y tendreisme seguro con tres clavos.
EN LA LLUVIA, EN LA TIERRA Y EL SILENCIO
¡Cuántas veces, Señor, me habéis llamado,
y cuántas con vergüenza he respondido,
desnudo como Adán, aunque vestido
de las hojas del árbol del pecado!
Seguí mil veces vuestro pie sagrado,
fácil de asir, en una cruz asido,
y atrás volví otras tantas, atrevido,
al mismo precio que me habéis comprado
Besos de paz Os di para ofenderos,
pero si, fugitivos de su dueño,
hierran, cuando los hallan, los esclavos,
hoy me vuelvo con lágrimas a veros:
clavadme vos a vos en vuestro leño
y tendreisme seguro con tres clavos.
Y EN MIS SUEÑOS CADA NOCHE ESTABAS TÚ Señor de los Milagros, venimos a consagrarte nuestras familias: consérvalas en armonía, nuestras casas: ilumínalas con tu presencia, nuestras alegrías: santifícalas con tu amor, nuestras preocupaciones: acógelas en tu bondad, nuestras dolencias: remédialas con tu misericordia, nuestro trabajo: fecúndalo con tu bendición.
Y EN MIS SUEÑOS CADA NOCHE ESTABAS TÚ
Señor de los Milagros, venimos a consagrarte
nuestras familias: consérvalas en armonía,
nuestras casas: ilumínalas con tu presencia,
nuestras alegrías: santifícalas con tu amor,
nuestras preocupaciones: acógelas en tu bondad,
nuestras dolencias: remédialas con tu misericordia,
nuestro trabajo: fecúndalo con tu bendición.
DESDE ENTONCES, QUIERO DARTE SIEMPRE GRACIAS  Bendita Virgen de la Nube, pon remedio a las necesidades nuestras; aleja de nosotros el odio, la impureza, la frialdad en el servicio y el apego a lo terreno. Danos acierto en nuestros negocios, éxitos en nuestras empresas; bendícenos en el trabajo, cúranos en las enfermedades, líbranos de los enemigos y danos la paz del corazón. Socórrenos en la pobreza y consuela nuestras penas. Te consagramos toda nuestra casa con todo lo que hay en ella: nuestros padres, nuestros hijos, nuestros esposos y esposas y de todos nuestros bienes sean desde hoy para siempre tuyos. Acógenos, oh piadosísima Virgen, bajo tu protección y amparo, para que venciendo al mundo,  al demonio y a la carne, te podamos amar y servir en esta vida,  y cantar tus alabanzas en la patria celestial. Amén.
DESDE ENTONCES, QUIERO DARTE SIEMPRE GRACIAS
Bendita Virgen de la Nube, pon remedio a las necesidades nuestras; aleja de nosotros el odio, la impureza, la frialdad en el servicio y el apego a lo terreno. Danos acierto en nuestros negocios, éxitos en nuestras empresas; bendícenos en el trabajo, cúranos en las enfermedades, líbranos de los enemigos y danos la paz del corazón. Socórrenos en la pobreza y consuela nuestras penas.
Te consagramos toda nuestra casa con todo lo que hay en ella: nuestros padres, nuestros hijos, nuestros esposos y esposas y de todos nuestros bienes sean desde hoy para siempre tuyos.
Acógenos,
oh piadosísima Virgen, bajo tu protección y amparo, para que venciendo al mundo,
al demonio y a la carne, te podamos amar y servir en esta vida,
y cantar tus alabanzas en la patria celestial. Amén.
PORQUE PUEDO DARME CUENTA DE TU AMOR "Soy el menor de tus hijos, me has visto cargarte en mis hombros con lágrimas tristes, del recuerdo de mis familiares que ahora están contigo, no soy un ser perfecto, sé que tengo errores como todos, y tú me has perdonado, y me has dado la oportunidad de lograr mis sueños, tú no te has ido, tu haz estado a mi lado, y por eso hoy te digo que eres mi Salvador..."
PORQUE PUEDO DARME CUENTA DE TU AMOR
«Soy el menor de tus hijos, me has visto cargarte en mis hombros
con lágrimas tristes, del recuerdo de mis familiares
que ahora están contigo,
no soy un ser perfecto, sé que tengo errores como todos,
y tú me has perdonado, y me has dado la oportunidad de lograr mis sueños,
tú no te has ido, tu haz estado a mi lado, y por eso hoy te digo
que eres mi Salvador…»
BEBERÉ DE TU CUERPO Y DE TU SANGRE Señor, Rey y Padre no engendrado, Verdadera Esencia de Dios, ten piedad de nosotros. Señor, fuente de luz y Creador de todas las cosas, ten piedad de nosotros. Señor, Tú que nos has marcado con el sello de tu imagen,  ten piedad de nosotros. Cristo, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, ten piedad de nosotros. Cristo, Luz guía,  a través de quien son todas las cosas, ten piedad de nosotros. Cristo, Perfección de la sabiduría,  ten piedad de nosotros. Señor, Espíritu vivificador y poder de vida, ten piedad de nosotros. Señor, Aliento del Padre y el Hijo, en quien son todas las cosas, ten piedad de nosotros.
BEBERÉ DE TU CUERPO Y DE TU SANGRE
Señor, Rey y Padre no engendrado, Verdadera Esencia de Dios, ten piedad de nosotros.
Señor, fuente de luz y Creador de todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Señor, Tú que nos has marcado con el sello de tu imagen,
ten piedad de nosotros.
Cristo, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, ten piedad de nosotros.
Cristo, Luz guía,
a través de quien son todas las cosas,
ten piedad de nosotros.
Cristo, Perfección de la sabiduría,
ten piedad de nosotros.
Señor, Espíritu vivificador y poder de vida, ten piedad de nosotros.
Señor, Aliento del Padre y el Hijo, en quien son todas las cosas,
ten piedad de nosotros.
Y POR SIEMPRE TE DARÉ MI CORAZÓN  ¡Hoy creo en Dios! Hoy la tierra y los cielos me sonríen,  hoy llega al fondo de mi alma el sol,  hoy la he visto... La he visto y me ha mirado... ¡Hoy creo en Dios!
Y POR SIEMPRE TE DARÉ MI CORAZÓN
¡Hoy creo en Dios!
Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto… La he visto y me ha mirado… ¡Hoy creo en Dios!
SI ME HA DADO LOS HIJOS Y LA VIDA  Tan cerca de ti. Tan cerca de mí, Que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. No busques a Cristo en lo alto, Ni lo busques en la oscuridad; Muy cerca de ti, en tu corazón, Puedes adorar a tu Señor...
SI ME HA DADO LOS HIJOS Y LA VIDA
Tan cerca de ti.
Tan cerca de mí,
Que hasta lo puedo tocar,
Jesús está aquí.
No busques a Cristo en lo alto,
Ni lo busques en la oscuridad;
Muy cerca de ti, en tu corazón,
Puedes adorar a tu Señor…
SI ME HA DADO LA MUJER QUERIDA Ave María, gratia plena. María, gratia plena, María, gratia plena. Ave, ave dominus. Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus. Et benedictus , et benedictus fructus ventris. Ventris tuae, Jesús. Ave maría.
SI ME HA DADO LA MUJER QUERIDA
Ave María, gratia plena.
María, gratia plena, María, gratia plena.
Ave, ave dominus. Dominus tecum.
Benedicta tu in mulieribus.
Et benedictus , et benedictus fructus ventris.
Ventris tuae, Jesús. Ave maría.
SI LO SIENTO EN MI PECHO A CADA INSTANTE     "¡Que bien se está contigo, Señor, junto al Sagrario! ¡Qué bien se está contigo! ¿Porque no vendré más? Desde hace ya muchos años vengo a verte a diario, y aquí te encuentro siempre, amante solitario. Solo, pobre, escondido, pensando en mí quizás, Tú no me dices nada ni yo te digo nada, si ya lo sabes todo, ¿qué te voy a decir? Sabes todas mis penas, todas mis alegrías, sabes que vengo a verte con las manos vacías, y que no tengo nada que te pueda servir..."
SI LO SIENTO EN MI PECHO A CADA INSTANTE
«¡Que bien se está contigo, Señor, junto al Sagrario!
¡Qué bien se está contigo! ¿Porque no vendré más?
Desde hace ya muchos años vengo a verte a diario,
y aquí te encuentro siempre, amante solitario.
Solo, pobre, escondido, pensando en mí quizás,
Tú no me dices nada ni yo te digo nada,
si ya lo sabes todo, ¿qué te voy a decir?
Sabes todas mis penas, todas mis alegrías,
sabes que vengo a verte con las manos vacías,
y que no tengo nada que te pueda servir…»
EN LA RISA DE UN NIÑO POR LA CALLE ¡Oh Señor de los Milagros! Gloria, gloria sea a Vos, gloria sin cesar cantemos. Clamando: ¡QUIEN COMO VOS! Lima un día se arruinaba por temblores remecida vuestra efigie no caída, decía: ¡QUIEN COMO DIOS! Tu poder, Señor, nos libre de trastornos y de pestes, también de enemigas huestes. Al clamar: QUIEN COMO DIOS! De la Cruz el estandarte, siempre, siempre seguiremos y victoria alcanzaremos clamando: QUIEN COMO DIOS! Al mundo, demonio y carne, cruda guerra declaremos, y vencidos los tendremos. Al oír: ¡QUIEN COMO DIOS! Eternamente felices, siempre bienaventurados, siempre de Jesús amado, diremos ¡QUIEN COMO DIOS! Señor, Dios de los prodigios, libra al Perú de discordia y unidos siempre en concordia, repita ¡QUIEN COMO DIOS! Jesús y su Religión jamás el Perú abandone y con San Miguel entone el himno ¡QUIEN COMO DIOS!
EN LA RISA DE UN NIÑO POR LA CALLE
¡Oh Señor de los Milagros!
Gloria, gloria sea a Vos,
gloria sin cesar cantemos.
Clamando: ¡QUIEN COMO VOS!
Lima un día se arruinaba
por temblores remecida
vuestra efigie no caída,
decía: ¡QUIEN COMO DIOS!
Tu poder, Señor, nos libre
de trastornos y de pestes,
también de enemigas huestes.
Al clamar: QUIEN COMO DIOS!
De la Cruz el estandarte,
siempre, siempre seguiremos
y victoria alcanzaremos
clamando: QUIEN COMO DIOS!
Al mundo, demonio y carne,
cruda guerra declaremos,
y vencidos los tendremos.
Al oír: ¡QUIEN COMO DIOS!
Eternamente felices,
siempre bienaventurados,
siempre de Jesús amado,
diremos ¡QUIEN COMO DIOS!
Señor, Dios de los prodigios,
libra al Perú de discordia
y unidos siempre en concordia,
repita ¡QUIEN COMO DIOS!
Jesús y su Religión
jamás el Perú abandone
y con San Miguel entone
el himno ¡QUIEN COMO DIOS!
JESÚS ALEGRÍA DE LOS HOMBRES Porque yo tengo a Jesús, ¡Oh, cómo se deleita mi corazón cuando estoy enfermo y triste!  Tengo a Jesús, que me ama y se entrega a mí como a su dueño; ah, por eso no dejaré a Jesús aún si se rompe mi corazón.
JESUS ALEGRIA DE LOS HOMBRES
Porque yo tengo a Jesús, ¡Oh, cómo se deleita mi corazón cuando estoy enfermo y triste! Tengo a Jesús, que me ama y se entrega a mí como a su dueño; ah, por eso no dejaré a Jesús aún si se rompe mi corazón.
O EN LA TIERNA CARICIA DE UNA MADRE Jesús alegría de los hombres Porque yo tengo a Jesús, ¡Oh, cómo se deleita mi corazón cuando estoy enfermo y triste! Tengo a Jesús, que me ama y se entrega a mí como a su dueño; ah, por eso no dejaré a Jesús aún si se rompe mi corazón.
O EN LA TIERNA CARICIA DE UNA MADRE
Jesús alegría de los hombres
Porque yo tengo a Jesús, ¡Oh, cómo se deleita mi corazón cuando estoy enfermo y triste! Tengo a Jesús, que me ama y se entrega a mí como a su dueño; ah, por eso no dejaré a Jesús aún si se rompe mi corazón.
SI ESTÁ EN LAS VIÑAS Y EN EL MANSO TRIGO Jesús mío, aquí estoy delante de Vos, como un amigo con otro. Estréchame con el lazo de vuestro amor, tan apretadamente, que nunca pueda apartarme de Vos.
SI ESTÁ EN LAS VIÑAS Y EN EL MANSO TRIGO
Jesús mío, aquí estoy delante de Vos, como un amigo con otro. Estréchame con el lazo de vuestro amor, tan apretadamente, que nunca pueda apartarme de Vos.
SI ME DIO LA MANO ABIERTA DE UN AMIGO Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos. Tan sólo quieres que yo te siga. Tú necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando. Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre. En la arena he dejado mi barca: junto a Ti buscaré otro mar.
SI ME DIO LA MANO ABIERTA DE UN AMIGO
Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.
Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.
Señor, me has mirado a los ojos,
sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca:
junto a Ti buscaré otro mar.
SI ME HA DADO LA TRISTEZA Y LA ALEGRÍA Porque en dura travesía era un flaco peregrino, el Señor, que lo veía, hizo llano mi camino. Porque agonizaba el día y era cobarde el viajero, el Señor, que lo veía, hizo corto mi sendero. Porque la melancolía sólo marchaba a mi vera, el Señor, que lo veía, me mandó una compañera. Y porque era el alma mía el alma de las mariposas, el Señor, que lo veía, a mi paso sembró rosas.
SI ME HA DADO LA TRISTEZA Y LA ALEGRÍA
Porque en dura travesía
era un flaco peregrino,
el Señor, que lo veía,
hizo llano mi camino.
Porque agonizaba el día
y era cobarde el viajero,
el Señor, que lo veía,
hizo corto mi sendero.
Porque la melancolía
sólo marchaba a mi vera,
el Señor, que lo veía,
me mandó una compañera.
Y porque era el alma mía
el alma de las mariposas,
el Señor, que lo veía,
a mi paso sembró rosas.
DE SABER QUE HAY UN MAÑANA CADA DÍA Oh Señor crucificado, que en este lienzo milagroso te manifiestas tan lleno de misericordia para esta ciudad de Lima; Sin mérito alguno de nuestra parte pero unidos a tu plegaria en la Cruz, nos atrevemos a decir contigo a tu divino Padre, de lo íntimo de nuestras almas: Padre Celestial, perdona a los hombres pecadores, que no saben lo que hacen. Vuelve el aprisco de tu divino Hijo a las ovejas descarriadas. Nos sentimos felices de contribuir de este modo al bien de nuestros hermanos; y hacemos el propósito de reiterar aquí a tus plantas esta misma plegaria de reparación y desagravio en el próximo retiro de la Congregación. Infinitamente sea alabado…
DE SABER QUE HAY UN MAÑANA CADA DÍA
Oh Señor crucificado, que en este lienzo milagroso te manifiestas tan lleno de misericordia para esta ciudad de Lima; Sin mérito alguno de nuestra parte pero unidos a tu plegaria en la Cruz, nos atrevemos a decir contigo a tu divino Padre, de lo íntimo de nuestras almas: Padre Celestial, perdona a los hombres pecadores, que no saben lo que hacen. Vuelve el aprisco de tu divino Hijo a las ovejas descarriadas.
Nos sentimos felices de contribuir de este modo al bien de nuestros hermanos; y hacemos el propósito de reiterar aquí a tus plantas esta misma plegaria de reparación y desagravio en el próximo retiro de la Congregación.
Infinitamente sea alabado…
¡CÓMO NO CREER EN DIOS! Señor sois de los Milagros mi Dios y mi Redentor, Rey de la gloria a quien aclamo, diciendo: ¡Gloria al Señor! De este Rey soy el soldado y es mi estandarte la cruz. Siempre mi grito de guerra ha de ser: ¡Gloria al Señor! El mundo, demonio y carne huirán con gran terror ante el grito victorioso que dice: ¡Gloria al Señor! Aunque quisiera vencerme triunfaré de sus astucias con decir: ¡Gloria al Señor! Cuando a mi Señor ofenda el mundo blasfemador vengaré su honor y gloria gritando: ¡Gloria al Señor! Y cuando venga la muerte a extender negro crespón, cruzaré entonces mis brazos diciendo: ¡Gloria al Señor! Y en el cielo, eternamente, a mi Dios de gloria y luz, gritará mi alma: ¡Gloria, gloria, gloria al Señor!
¡CÓMO NO CREER EN DIOS!
Señor sois de los Milagros
mi Dios y mi Redentor,
Rey de la gloria a quien aclamo, diciendo:
¡Gloria al Señor!
De este Rey soy el soldado y es mi estandarte la cruz.
Siempre mi grito de guerra ha de ser:
¡Gloria al Señor!
El mundo, demonio y carne huirán con gran terror ante el grito victorioso que dice: ¡Gloria al Señor!
Aunque quisiera vencerme
triunfaré de sus astucias
con decir:
¡Gloria al Señor!
Cuando a mi Señor ofenda
el mundo blasfemador
vengaré su honor y gloria
gritando:
¡Gloria al Señor!
Y cuando venga la muerte
a extender negro crespón,
cruzaré entonces mis brazos diciendo:
¡Gloria al Señor!
Y en el cielo, eternamente,
a mi Dios de gloria y luz,
gritará mi alma:
¡Gloria, gloria, gloria al Señor!