SANTA ROSA. CAMINO DE SANTIDAD HOY

La vida de Rosa de santa María fue corta y su salud se fue menguando y después de veintidós días de una dolorosa enfermedad, no obstante los terribles sufrimientos, que se hicieron cada vez más agudos, ella permanecía en oración con una admirable paciencia y confianza en Dios, hasta que entregó su alma La noche del 24 de agosto se despidió de las personas que la rodeaban y pidió a Luisa de Santa María que «tocase la guitarra pasito y le cantase algo que le levantase el pensamiento», luego pidió a algunas jóvenes que estaban ahí que fuesen a orar. Poco antes de las doce y media se le escuchó decir: -Jesús, Jesús sea conmigo» y cerró los ojos Rosa había pedido a Dos que dé paz a los que allí se encontraban y todos sintieron un gran consuelo y tranquilidad. Fue enterrada con el hábito dominico y fue acompañada par el Virrey, la Real Audiencia, todas las órdenes religiosas, autoridades y toda la ciudad. Ocho días después se abrió el primer Expediente con los testimonios de su vida. Así se extinguió la vida de la doncella peruana que influyó más que nadie en la evangelización del Perú y América ya que su nombre se remontó sobre las estrellas y contribuyó a que muchas jóvenes y varones opten por la vida religiosa o cambien su vida hacia la búsqueda de la virtud y el bien guiados por el amor a Dios por sobre todas las cosas. Para concluir recordemos los versos de Luis Fernán Cisneros: «Hace trescientos años que el jardín florecía Y, lleno de perfumes, florece todavía»
Parafraseando podernos decir:
Hace cuatrocientos años que el jardín florecía y florece todavía en el fervor de una fe inmarcesible que se eleva transparente e inmaculada. Sus resonancias se proyectan en el tiempo en ecos de cristalina belleza que ascienden a los cielos. Callada ofrenda escondida, de suave delicadeza, dulce son y amorosa entrega de santa vida.
A así como las huellas de Rosa de Santa María han florecido a través del tiempo y cientos de mujeres y varones se han visto estimulados en la vocación de seguir con mayor entrega ese difícil y a veces incomprendido camino de la perfección espiritual Rosa de Santa María marca ese camino de santidad en tierra americana, en ofrenda callada y escondida de su vida retirada y santa, cuya estela se eleva señera y luminosa a través del tiempo.

Fuente: Cd-Rom Multimedia  «Rosa de Santa María» CEPAC-UCSS

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