Presentación
¡CÓMO NO CREER CUANDO HAY TANTO QUE VER Y AGRADECER!
En torno a la devoción del Señor de los Milagros de Nazarenas, en Lima (Perú), brotan múltiples realidades culturales
(Hermandad, Monasterio de Nazarenas, Liturgia, Devotos, Autoridades civiles y eclesiásticas, Comerciantes, Prensa…) que la convierten en una vivencia espiritual compartida por cientos de miles de peruanos, tanto en Lima como fuera de la metrópoli. En un país tan social, cultural, económica y étnicamente diverso, el Señor de los Milagros asume un rol integrador que no es ni transitorio ni meramente simbólico.
Con toda razón, el año 2005, el INC (hoy Ministerio de Cultura) declaró la “Festividad del Señor de los Milagros” como Patrimonio Cultural de la Nación (Nº 1454/INC) y el Congreso de la República el 18 de octubre del 2010 publicó la ley N° 29602 que declara al Señor de los Milagros patrono de la espiritualidad religiosa católica del Perú y símbolo de religiosidad y sentimiento popular.
Después de haber profundizado en tres simposios acerca distintos aspectos de la devoción al Señor de los Milagros (la Hermandad, las Nazarenas, La Virgen de la Nube), les ofrezco mi ponencia “La devoción al Señor de los Milagros, patrimonio inmaterial del Perú” Simposium (XXI Edición) San Lorenzo del Escorial, 5 al 8 de septiembre del 2013, Vol. II, pp.817-842.
Va ilustrada con la muestra fotográfica “¡Cómo no creer!” La autora, Sara Manjón de Garay, es periodista fotógrafa graduada por la Universidad Complutense de Madrid. Vive en el Perú desde 2008. Desde el primer momento en que participó de la procesión del Señor de los Milagros, se dio cuenta de su belleza visual, de la riqueza de personajes, situaciones, el costumbrismo, intuyéndolo como un proyecto perfecto de fotoperiodismo. De este modo, comenzó a tomar sus primeras fotos, y después de cinco años tiene más de 5.000 fotos que nos brindan la hondura del patrimonio cultural expresado en la devoción del pueblo creyente del Perú por el Cristo Morado.
El CEPAC (Centro del Patrimonio Cultural) de la UCSS (Universidad Católica Sedes Sapientiae) inauguró y acogió la muestra en la sede central de Los Olivos (Lima), auspiciando su difusión posterior en diversos centros con el deseo de que la espiritualidad impregne de belleza y vida los nuevos areópagos de nuestro mundo globalizado como clausura del Año de la Fe.
El nombre de la muestra “¡Cómo no creer!” se debe a que a medida en que iba adentrándose en el proyecto foto periodístico, la procesión se iba poco a poco convirtiendo en un proyecto personal donde iba redescubriendo su propia fe en Dios.
Así lo comentó en el programa televisivo “El Puente” (PAX TV): “Tantas veces durante estos anos he escuchado la canción “Cómo no creer en Dios” que le cantan al Señor de los Milagros su letra refl eja perfectamente el espíritu de la procesión y también la imposibilidad de no creer en Dios estando como estamos rodeados de todos los milagros que el nos ha dado. La gratitud por todo lo que tengo es un regalo que me ha dado el estar involucrada en este proyecto”.
La muestra, por tanto, busca interpelar al espectador, porque la autora se ha convertido en testigo de este signo del amor misericordioso de Dios que vive corporativamente el pueblo del Perú a través de su Cristo Moreno, su Señor de
los Milagros. La autora cual nueva evangelista ha puesto sus ojos, sus manos, su pasión para difundir la buena nueva que ella ha descubierto en este quinto evangelio regalado al Perú. Y lo hace a través de la belleza de la devoción popular
captada en sus fotos. El Señor de los Milagros se convierte en una suerte de embajador silencioso del Perú pues su fe se extiende más allá de sus fronteras. Como dijo el Papa Francisco “el Señor de los Milagros lleva el amor del pueblo peruano a todos los rincones”. Piensa la autora los que siguen la procesión, el mes morado es demasiado breve y pasa el resto del ano esperando a que el anda regrese de nuevo a las calles, por lo que describiese magistralmente M. Proust sobre la recuperación del tiempo pasado, se puede tener presente al Señor a través de las fotos. Como dijo el Cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima: “todos deseamos poder guardar algún recuerdo de esos instantes que van a ser la fuerza de todo el año”.
Reconoce la autora que aunque la imagen verdadera, la milagrosa que se salvó del temblor, es la que esta en el altar de la Iglesia de Nazarenas, es, sin embargo, “el anda con el lienzo del Señor que peregrina por las calles y te visita en tu casa o en tu negocio, que llama a las puertas de cada uno, la que te encuentra y te impacta de manera muy especial”. A pesar de contarse hasta por millones los que le siguen en la procesión, quiere Sara Manjón que su muestra fotográfi ca sea “una invitación a acercarse a conocer la imagen auténtica, la que siempre esta en la Iglesia de Nazarenas y que no es otra que la representación del Cristo Vivo, rostro humano de Dios, rostro divino del hombre”.
Ciertamente, la procesión es una suerte de dramaturgia sacra por las calles de Lima, en la que oraciones, canciones, olores, sentimientos, decisiones, acciones, constituyen un espectáculo formidable de fe, esperanza, amor, en un mundo
que necesita el espíritu como nunca.
Nuestra fotógrafa registra especialmente las acciones de gracias de la gente. Se siente conmovida por “las expresiones de las personas cuando tocan el anda; las manos puestas en el anda, por unos instantes, lo dicen todo, pues se que esa imagen la llevaran en sus corazones para siempre y significara todo para ellos; Cuando necesiten ser reconfortados, recordaran que caminaron junto al Señor, lo tocaron por un instante, y ese recuerdo les hará seguir adelante”.
Que la imagen vale más que mil palabras se comprueba como nunca en esta antología que tengo el gusto de presentarles y que representa un aporte formidable para contemplar y recrear este gran tesoro del Perú: la devoción popular al Señor de los Milagros.